Donde mora político parientes tiene en corte el diablo. Sentad a un Sampedro, a un profesor, en la poltrona de cada uno de los políticos y la humanidad experimentará un avance de varios lustros. Debemos contemplar otras formas de administración. El Gran Queso Universal está comido por los gusanos, hiede y apesta…El celebrado sistema de bienestar es el cadáver en la trastienda de una funeraria. El mecanismo debe saltar y hacerse mil pedazos. La verdadera revolución vendrá de la mano de una fermentación más sabia, más sana y nutriente del Queso Individual, una revolución de «dentro hacía afuera», de lo interno a lo exógeno. Un pequeño cambio individual tiene una reverberación insondable en el entorno de la persona. Puedes comenzar por entrar a la panadería del barrio con una amplia sonrisa demente, acércate a esa señora que tiene harina en las pestañas y dile; <«¡Hola! ¿cómo estás?, ¿Está tratándote bien el día? Sabes, preparáis aquí el pan más gustoso y sabroso de la ciudad, ¡enhorabuena!> – no tiene ninguna importancia que sea mentira – suéltale todo lo que lleves en los bolsillos y despídete con tanta cortesía como seas capaz. A menudo echas sapos y maldiciones sobre el curso que está tomando el asunto, entonces, si verdaderamente estás preocupado recógete una temporada donde puedas estar tranquilo, destina tiempo a cambiarte a ti, tu hoja de ruta, y tu manera de conducirte con tus vecinos. Nunca he sido un ejemplo, quizá sea el más inútil de entre todos los seres humanos, pero siempre tengo presente cuál es el cuadro de situación. Los hombres y mujeres que se hagan cargo plenamente de su existencia, no verán la necesidad de declinar su bienestar en analistas, doctores, partidos políticos, gobernadores, ideólogos… Estos granujillas son sencillamente un placebo, aunque resulte desconcertante, no son necesarios para «la vida». Vivimos atemorizados porque en mitad de los cultivos han clavado un enorme espanta-pájaros y al observarlo nos hace temblar y mojar los pantalones, pero el trigo amarillo, la cebada, los naranjos, el río y el horizonte son nuestros, y permanecen ahí para que podamos hincarles el diente. La vida es nuestro único haber en el libro de contabilidad, las páginas de este libro no son infinitas; está en nuestras manos el lapicero para colmarlo de color y garabatos, o dejar que otros lo hagan en nuestro lugar y en nuestro nombre.
* Laszlo García se reserva los derechos de autor de este texto.
Hola homo sapiens sapiens. Muy bueno.
Vamos a hacer ese blog a medias. Yo me encargo de todo el tinglado de crearlo, ya puedes ir cargando las tintas…
[…] La pesadilla ideológica y una resaca que me hace cagar blando […]